Pirineo Catalán, ¡descubre todos sus bellos lugares!
El Pirineo en sí es una maravilla, pero si nos centramos en la parte del Pirineo Catalán descubriremos una zona repleta de leyendas, tradiciones y, sobre todo, un paisaje precioso y único.
El Pirineo Catalán, una zona espectacular todo el año
Esta zona es visitable durante todas las épocas del año, ya que oferta diversas actividades que se amoldan tanto al invierno, como al verano.
Para los meses venideros, o para cualquier otra época del año, os recomendamos aquí una serie de casas rurales en el Pirineo Catalán.
El Pirineo Catalán, comarca a comarca
A continuación, os mostramos alguno de los lugares y pueblos más bonitos de la zona y que no puedes dejar de visitar, recorriendo comarca a comarca todo el Pirineo Catalán.
Vall d’Aran
Esta comarca está situada en la provincia de Lleida y es uno de los valles más espectaculares del Pirineo.
Este paraje te brinda la posibilidad de esquiar, de practicar senderismo, de conocer sus vías gastronómicas o de visitar su variado patrimonio artístico de arquitectura románica y gótica.
Su capital es Vielha, un pueblo de unos 5.000 habitantes, es uno de los más bonitos de la zona y se caracteriza por su arquitectura rural de la Edad Media, por lo que pasearte por sus calles y visitar sus monumentos, como la Iglesia Parroquial de San Miquel o la Torre del general Martinón, hará que realices un viaje al pasado.
A unos 1.100 metros de altura, nos encontramos con otro bonito pueblo, Arties, el cual sigue con la arquitectura típica del valle, pero sobre todo destaca por sus monumentos históricos, como la Iglesia Parroquial de Santa María de Arties, construcción románica del siglo XI al XII y que estuvo rodeada por un recinto amurallado, y la Iglesia de Sant Joan o sus monumentos civiles.
Por último, nos encontramos con Bossòst, un municipio basado en el turismo de frontera al estar muy cerca de Francia. Es, por ello, por lo que cuenta con varias tiendas de souvenirs. Además, se puede recorrer la Ruta Protectora de las Seis Ermitas, el lavadero y el Castillo de la Sola de Casterás, sin olvidarnos por supuesto de la Iglesia de Santa María de la Purificación, templo románico del siglo XII.
Si te decides a visitar estos pueblos en invierno y te gustan los deportes de nieve, como el esquí o los paseos en trineo tirados por caballos o por perros, no puedes perder la oportunidad de esquiar en la estación de esquí de Baqueira Beret, la estación más grande de España con una superficie de de 2166 ha y 1551 km de pistas.
Otro lugar muy bonito es Era Artiga de Lin, una zona montañosa llena de extensas praderas ubicadas en la parte alta del Valle de Arán y declarada Lugar de Importancia Comunitaria. En ella, confluyen tres espectaculares valles donde poder hacer senderismo y disfrutar de su rica biodiversidad y de su maravillosa flora y fauna.
Para los que les guste la alta montaña, el Valle de Arán alberga el pico de Marimanha, de 2.628 metros, ideal para subirlo y disfrutar desde su pico de las vistas de todo el Valle de Arán y de Pallars Sobirá.
L’Alta RibagorÇa
Esta comarca cuenta con unos 3.000 habitantes distribuidos en tres pueblos principalmente, además de una gran diversidad de actividades que pueden realizarse durante todo el año.
El primero de ellos es el Pont de Suert, que además de ser la capital de la comarca de L’Alta RibagorÇa, es un centro administrativo, comercial y de servicios. Su arquitectura se remonta a los orígenes medievales, algo que queda patente hoy en día en su Plaza Mayor, en la Plaza Mercadal, en el Palacio Abacial y en la Iglesia Vieja.
Reconocido por la UNESCO con el título de Patrimonio de la Humanidad, tenemos la zona del Vall de Boí, donde destaca Taüll, ideal para visitar en cualquier época del año y el cual es conocido especialmente por sus espectaculares iglesias románicas prácticamente intactas del siglo XI, XII y XIII.
Para poder visitar todas las iglesias de forma ordenada y no perderse nada, se debe empezar el recorrido en el Centre del Romanic del Vall de Boí, que se encuentra junto a la Iglesia de Santa Eulália.
Hasta que no se visita no se puede calcular la belleza de estas iglesias, las cuales cada una cuenta su historia. Por último, tenemos a Vilaller, una población muy conocida por ser la sede de campeonatos de SkyMarathon y otras actividades de montaña.
Numerosos lagos, sierras y valles pueden ser visitados en el Vall de Boí, además de la posibilidad de practicar esquí en Boi Taül Resort, la estación con la cota más alta de todas las situadas en el Pirineo.
La llamada “Ruta del románico” nos conducirá a recorrer numerosas muestras del arte románico, tales como la Iglesia de Santa Maria de Cardet, Sant Feliu de Barruera o la de Viu de Llevata, todas ellas con una arquitectura muy original.
Para finalizar la visita, que mejor que descansar y desconectar en el balneario de Caldes de Boi, cuyas aguas tienen importantes propiedades curativas.
Pallars Jussá
Sin movernos del Pirineo de Lérida, nos encontramos con la comarca de Pallars Jussá, que cuenta con una superficie de 1.290 kilómetros cuadrados y más de 13.000 habitantes repartidos en sus 14 municipios.
Pallars Jussá ha explotado mucho el agua, incorporando varios molinos en sus ríos, además de destacar por sus fabulosas iglesias románicas, casa señoriales y su gran diversidad de ofertas en cuanto al deporte de montaña, caza y pesca.
En cuanto a sus pueblos, tenemos que destacar Tremp, capital de la comarca de Pallars Jussá y situado en pleno Valle del río Noguera Pallaesa y el cuál dispone de un entorno natural único que permite realizar diferentes rutas de senderismo, además de contar con un espectacular casco antiguo medieval y torres antiguas que formaban parte de una muralla.
Otro pueblo que no se debe dejar de ver es Salás de Pallars, que pertenece a la «Red de Pueblos con encanto” y que, al igual que el pueblo de Isona, destaca por su belleza y por la cultura de sus fiestas tradicionales.
Tampoco podemos dejar pasar a River, un espectacular pueblo donde las calles están empedradas en colores grises y en el que cuentan las leyendas que en sus cuevas se asentaron los trogloditas.
Pallars Jussá, además de contar con bonitos pueblos, nos permite conocer y disfrutar de muchos lugares únicos, como por ejemplo el Castillo Muro, un castillo que se encuentra situado sobre un acantilado rocoso y se conserva muy bien.
Para los amantes de los dinosaurios, esta comarca conserva diferentes yacimientos paleontológicos donde podremos ver desde huevos fosilizados y huellas de dinosaurios hasta restos de los mismos. Sin embargo, si eres más de naturaleza, no te pierdas el embalse de Sant Antoni y Terradetes, además de la Reserva Nacional de Boumart.
Pallars Sobirá
Limitando con la comarca anterior, tenemos la comarca de Pallars Sobirá, que cuenta con una superficie de 1.355 kilómetros cuadrados y 5.700 habitantes repartidos en 15 municipios.
Hasta la llegada del turismo, esta zona se dedicaba, entre otros menesteres, a la obtención de sal de las Salinas de Gerri, pero gracias a sus espectaculares paisajes, a su naturaleza, a su patrimonio prerrománico y románico y su oportunidad de poder realizar diferentes deportes, como el esquí, la caza, la pesca o el piragüismo, han hecho de esta comarca uno de los focos más turísticos del Pirineo.
Cada uno de los pueblos que componen esta comarca merece la pena ser visitados, ya sea por su arquitectura como por sus tradiciones.
No obstante, hay alguno de ellos que os recomendamos, como por ejemplo el de Spot, donde la tranquilidad de las montañas envuelven a este pueblo típico del Pirineo.
Entre las montañas y los barrancos profundos se encuentran una veintena de pueblos, bajo el municipio de Baix Pallars, donde las actividades tradicionales no se han olvidado y donde podemos encontrar dólmenes prehistóricos y pueblos abandonados.
Alins es otro municipio situado en el corazón del Parque Natural del Alto Pirineo y en él se encuentra el pico más alto de Cataluña, Pica d’Estats, con 3.143 metros.
Por último, para los amantes de los deportes, esta comarca cuenta con 5 estaciones de esquí donde poder hacer esquí alpino y de fondo, como la Estación Port Aine.
En cambio, si por el contrario os gusta disfrutar de la naturaleza haciendo senderismo, que mejor forma que paseando por el majestuoso Parque Nacional d’ Aigüestortes, Estany y Sant Maurici.
Alt Urgell
En el Valle del Alto Segre, se encuentra la comarca de Alt Urgell, una de las más grandes de Cataluña, pues cuenta con una superficie de 1.446 kilómetros cuadrados y una población de 19.000 habitantes distribuidos en 19 municipios.
Alt Urgell dispone de un patrimonio cultural y tradicional muy rico, ya que el paso del arte románico ha dejado huella en forma de numerosas iglesias y catedrales. Además, podremos encontrar varios museos etnográficos que nos permiten conocer los diferentes oficios artesanales de la zona, como por ejemplo el de las trementinaires o los acordeonistas.
Digna de visitar es su capital, La Seu d’ Urgell, que se encuentra en un cruce de caminos ancestrales y que es el gran foco de turismo y patrimonio, destacando especialmente la Catedral de Santa María y el Castillo.
No solo nos centramos en su capital, sino que además existen otros lugares con un gran encanto para los turistas, tales como las ruinas del Castillo de Oliana, la Iglesia de San Pedro de Ansarall, Ribera de Urgellet y Montferrer Castellbó.
Esta comarca, gracias a su clima y su relieve, es increíble para realizar todo tipo de deportes en plena naturaleza, como el esquí en Sant Joan de l’Erm, parapente o piragüismo.
Seguir las huellas de la arquitectura románica y visitar la Catedral de Santa María, Sant Semi de Tavermoles y Sant Climent, nos hará viajar en el tiempo. Para los amantes de la prehistoria y de los dinosaurios, esta comarca también alberga yacimientos de dinosaurios y la Ruta de los Diez Dólmenes del Valle de Cabó, ideal para ir en familia.
Y por último, para los que disfrutan con una buena jornada de senderismo, está el Parque Natural del Cadí-Moixeró, que es el espacio protegido más extenso de Cataluña.
Cerdanya
La comarca de Cerdanya, situada en el centro del Pirineo Catalán, te enamorará a primera vista gracias a su belleza y la diversidad de su paisaje, algo que se puede descubrir realizando diversos deportes por su naturaleza. También cuenta con pequeños pueblos con mucho encanto y un gran patrimonio arquitectónico.
Muy cerca de la frontera de Francia encontramos el pueblo de Puigcerdá, con una arquitectura muy diferente a la típica del Pirineo y que hace de este lugar algo único, además de contar con un increíble estanque artificial.
Por otro lado, si quieres descubrir masías aisladas y aldeas, el municipio de Bellver de Cerdanya es tu lugar. Construidos a los pies de las ruinas de un castillo tenemos a Llívia, un pueblo situado en Francia, pero que pertenece a esta comarca.
Por último, no debéis de perdeos el pueblo Montlluis, inscrito en el conjunto de Fortificaciones de Vauban, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y que desde un punto de vista militar, es el más espectacular.
En cuanto a qué podemos hacer en esta comarca, son muchas las opciones, desde ir conociendo la arquitectura y los monumentos de cada pueblo, como sus iglesias y castillos, ya que Cerdanya es un paraíso de las joyas del románico, hasta hacer deporte en el maravilloso Parque Natural del Cadí-Moixeró y llegar al Prat del Cadí, un extenso prado de belleza natural única.
Berguedá
Berguedá, en la provincia de Barcelona, participa tanto de los relieves de montañas del Pirineo como de los de la Depresión Central Catalana. La zona del Pirineo es conocida como Alto Berguedá y es un territorio antiguo y legendario.
En cuanto a los pueblos que podemos visitar, esta comarca contiene diferentes pueblos con un gran encanto, pero entre ellos podemos destacar su capital, Berga, que permite el acceso a las pistas de Esquí de Rasos de Peguera, Port del Compte o La Molina.
Otro pueblo emblemático es Castellar De N’Hug, un pueblo tranquilo con mucho encanto. Por último, un pueblo donde las actividades deportivas son primordiales, como el parapente y escala, es L’Espunyola.
Berguedá cuenta con numerosos elementos patrimoniales que permiten conocer sus orígenes y su evolución, como el Museo de las Minas de Cercs.
Para los amantes de la montaña, se puede pasear por el Camí dels Bons Homes, la vía Ferrata de Vallcebre y el Parque Natural de Cadí-Moixeró.
Y, por último, un lugar que no se puede dejar de visitar es la Colonia Vidal, una colonia del sector textil donde se pueden ver las fábricas y las casas donde vivían las familias de los trabajadores.
Ripollés
Si eres amante de la montaña, Ripollés te encantará. Esta comarca está poblada de cordilleras de alta montaña de hasta casi 3.000 metros de altura, como las cumbres de Puigmal o Bastiments, donde la naturaleza que aflora en ella es espectacular.
También destaca por su historia románica, al igual que las anteriores comarcas, y por sus altas posibilidades de actividades deportivas, tales como el esquí, la escalada, el senderismo y BTT.
El mayor atractivo de Ripollés se encuentra en su capital, Ripoll, pues en este pueblo descansa el cuerpo del Comte Guifré, además de estar lleno de folklore catalán que puede verse en la Feria de las Cuarenta Horas o la Ripiganga.
Para los que quieran hacer senderismo y sean amantes de la naturaleza o los castillos, Camprodon debe ser parada obligatoria, así como Sant Joan de les Abadesses, ejemplo del románico en Cataluña.
Hay lugares con un gran encanto que no pueden faltar en tu ruta turística, como visitar el Monasterio de Santa María de Ripoll, la Ruta del Hierro y del Carbón, La Petjada de l’Abat, los restos del Castillo de Mataplana, el Monasterio de Sant Joan de les Abadesses, el complejo lúdico-deportivo de la Vall de Nuria y, si lo que buscáis es esquiar, lo podéis hacer en la Estación de Esquí de Vallter 2000.
Como podéis ver, el Pirineo Catalán es sencillamente espectacular, repleto de rincones maravillosos que tienes que visitar. ¿A qué esperas?