Mas Cabré, una masía de auténtico lujo
En el post de hoy os vamos a hablar de una casa rural que nos parece perfecta por numerosas razones. Se trata de Mas Cabré, una masía situada en Vinyols, en Tarragona.
Mas Cabré es un lugar en el que puedes alojarte en cualquier época del año, gracias a las temperaturas suaves cerca de La Costa Dorada. Además, con el calor que está haciendo este invierno, ¿a quién no le apetece hacer turismo rural?
Como ya hemos dejado claro, Mas Cabré es un alojamiento ideal. Para eso, sólo tienes que ver esta imagen.
Una Masía perfecta convertida en alojamiento rural
Así es, estamos hablando de una Masía construida en el siglo XVIII y que ahora está reformada con el objetivo de que los huéspedes se sientan de lo más cómodos. Y lo han logrado. ¡Vaya si lo han logrado!
Mas Cabré es una casa rural que lo tiene absolutamente todo para relajarse. Con capacidad para hasta 14 personas gracias a sus 5 habitaciones y con todo el equipamiento necesario. Además de su cuidado mobiliario, escogido con gusto, y un salón de estar agradable, cuenta con un espacio espectacular para cualquier plan de escapada.
Situado en una finca, la propia casa cuenta con un precioso porche de 70 metros cuadrados y con muebles de jardín cómodos, junto a una gran barbacoa.
Estamos seguros de que también le has echado un ojo a esa increíble piscina. Si eres de los que quiere pasar un increíble verano en un alojamiento con piscina privada, te recomendamos que reserves ya la casa rural. ¡Te la quitarán de las manos!
Por si esto fuera poco, los propietarios, conscientes de las nuevas necesidades, admiten mascotas. Así, no tendrás que dejar con alguien a tu perro o mascota, te la podrás llevar. Es más, ¡se lo pasarán genial!
El Parc de Samá, una visita obligatoria
Si te alojas en Mas Cabré, tienes a menos de 2 kilómetros un plan perfecto para pasar una mañana o tarde: el Parc de Samá.
El Parc de Samá empezó a construirse en 1881. Un espacio encargado por Salvador Sama y Torrens, también conocido como el Marqués de Marianao. Sucesor de una familia residente en Cuba, Salvador Sama y Torrens quiso establecer en este parque el estilo colonial del país cubano.
Por ello, encargó a José Fontsere y Mestres, un insigne maestro de obras, la realización de este proyecto. ¿El resultado? Un increíble palacio de arquitectura colonial, con un jardín botánico que incluye un estanque e incluso un zoo privado.
Aunque ya no queda nada del zoo privado, desaparecido tras la Guerra Civil, el Parc de Samá sigue siendo un lugar espectacular a los ojos del turista.
Su palacio, el trazado de los caminos y cascadas artificiales, le confieren un lugar único en esta zona.
Como anécdota, cabe resaltar que el maestro de obras recibió la ayuda en la realización de una cascada por parte de un joven y talentoso arquitecto. Este joven arquitecto era, ni más, ni menos, que Antonio Gaudí.